martes, 27 de agosto de 2019

¡Salvemos la Chiquitania y la Amazonía: Abajo el capitalismo! ¡fuera Evo y Bolsonaro!


Revolución o Barbarie, 26 de agosto 2019

Vemos con impotencia , como el fuego devoró casi un millón de hectareas de bosque en la Chiquitanìa y se sigue extendiendo, ahora el Pantanal boliviano.
Esta catástrofe ambiental es producto de la acción depredadora del capitalismo, que tiene sus exponentes en la burguesía nativa (la oligarquía terrateniente) aliada al capital monopólico internacional, a los agronegocios  de la soya en monocultivos para etanol etc.; amparados , hoy,  por el gobierno impostor de Evo Morales,  falso socialista y falso defensor de la “Madre tierra”.


Exigimos más acciones y menos circo electoral 


Mientras, el fuego arrasa con viviendas, con Tierras comunitarias, y con la flora y la fauna endémica, los candidatos presidenciales exhiben su oportunismo (Evo Morales en primera línea). Cariacontecidos, posan para la foto en medio de la desgracia de los pobladores afectados, que con lágrimas en los ojos interpelan al Estado por ayuda mientras, la indiferencia  se impone, junto a la incapacidad de garantizar auxilio y el presidente hasta se ríe de la desgracia.

Exigimos pronta ayuda humanitaria y sin condicionamientos


La población afectada, ejerciendo la democracia directa, debe organizarse en Comités  de administración de la ayuda humanitaria para garantizar  que ésta llegue efectivamente a los que la necesitan,  y no termine  siendo botín de funcionarios y autoridades corruptas.
Ninguna ayuda, venga desde el Estado, o sea internacional, debe ser condicionada. El pueblo no le debe nada ni a los gobiernos del país ni a los organismos extranjeros como la ONU, la CAF y la Unión Europea. Queremos ayuda humanitaria no endeudamiento.

Culpables: todos los que gobiernan para el capital


Denunciamos al gobierno de Evo Morales como responsable inmediato de la catástrofe ambiental en la Chiquitanìa. Pero señalamos que, la política de Evo Morales -que favorece a la oligarquía terrateniente y al capital soyero y agroindustrial- es la que han venido aplicando todo el espectro de gobiernos anteriores.
Los candidatos de Demócratas, Comunidad Ciudadana, etc. darán continuidad a la política pro capitalista que hoy ejecuta el MAS.  Ya lo hicieron en el pasado lo volverán a hacer.  Por tanto, aunque les haya dado un repentino delirio ambientalista, todos son representantes de la burguesía y del capital. Cualquiera de ellos va a gobernar con la CAO, con la ANAPO, con el FMI y con el Banco Mundial. Todos, desde los pupilos de Goni (Mesa y  Cárdenas) pasando por el engendro de la CAINCO (Ortiz) y terminando en el impostor del siglo XXI (Evo), son aliados de los soyeros, de los grandes ganaderos, de los agronegocios.

Ni accidentes ni fenómenos naturales.  Pactos con la oligarquía agroindustrial


El ardid del gobierno para deslindar responsabilidades ante el desastre es que se trataría de accidentes, de fenómenos “naturales” producto del cambio climático, entre otros.  Aclaramos:

1) Los decretos, leyes y los pactos sistemáticos con la oligarquía del oriente no son accidentales. Están hechos a medida de los intereses del capital agroindustrial.   Evo igual que el Fascista Bolsonaro, aplican políticas pro capitalistas -la llave para que el capitalismo arrase con el Amazonas y con la Chiquitanìa y el Pantanal bolivianos.  Por tanto, Los impactos de la depredación y la explotación de la tierra por parte del capital no son “fenómenos naturales”.

2) El Decreto 3973  da vía libre a los chaqueos, quemas y desmontes de forma impune, que al Estado no le interesa controlar.

Basta de que el Gobierno use a los campesinos pobres como excusa.


La ampliación de la frontera agrícola decretada por el gobierno, no es para alimentar a los bolivianos, sino para garantizar  las ganancias del capital soyero, para garantizar los monocultivos para la exportación y alimentar el ganado y los autos con etanol.
Las luchas del Tipnis, Mallku khota, Tariquia, San Cristóbal demuestran que el gobierno indigenista, quita a los campesinos pobres, a los pueblos indígenas y a los trabajadores para darle a las transnacionales mineras y
petroleras, o a los agronegocios capitalistas.

Es el capitalismo


Tanto la tragedia en el Amazonas, como la tragedia en la Chiquitanìa, handespertado un enorme fervor ambientalista, pero falta gritar fuerte y claro que ES ELCAPITALISMO  el que  está sembrando la miseria, el caos y la muerte.
No sólo guerras por hegemonía del mercado, guerras futuras por agua y alimento, masificación de la migración y la xenofobia, comida envenenada, un mundo sin el canto de los pàjaros y sin abejas,  mayor desempleo y precarización… es lo que nos depara el capitalismo. Un régimen social con el cual urge terminar porque nos está llevando a vivir en la barbarie y, pronto, a la extinción.

Para nosotras las mujeres…


Para  las mujeres pobres, las trabajadoras del campo y la ciudad, el suplicio capitalista se traduce en peregrinar por un valde de agua, bregar con el encarecimiento de los alimentos, en ser victimas de la violencia en nuestros hogares, en prostituirse por comida, en abandonar a los hijos para trabajar jornadas completas por sueldos miserables, en migrar para ser discriminadas. ¡El capitalismo es nuestro enemigo mortal! ¡Los gobiernos que lo sostienen y la burguesía que comanda la explotación y destrucción humana son nuestros enemigos mortales!

La lucha por defender el medioambiente, el planeta y la vida, pasa por reconocer a nuestros enemigos de clase. Porque esta lucha es de los que queremos un planeta para vivir contra los que quieren un planeta para explotarlo hasta destruirlo y ya planean huir a otro. Es una lucha de los pobres contra los que siempre se llevaron las ganancias.  La lucha de los que sobrevivimos contra los que “viiven bien” destruyento la naturaleza y explotandoa otros seres humanos.  Es una lucha de clase   contra clase.

Abajo el capitalismo depredador y explotador!
Abajo Evo y Bolsonaro!
Revolucion o barbarie!
Socialismo o extinción!












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