Revolución o Barbarie, 22 de agosto 2019
Ya es más de una semana que incendios forestales incontrolables están consumiendo el bosque chiquitano “seco tropical”, único en el mundo y reserva de oxigeno y agua para la región. Y recién hoy, el gobierno habla de traer un “avión tanque” al país para ayudar a sofocar el fuego. El incendio principalmente ha sido atendido con la fuerza artesanal de grupos voluntarios: Bomberos, comunarios, indígenas y activistas ambientalistas, que han pasado cada jornada en medio del humo y el cansancio extremo, pidiendo a gritos intervención de cada instancia del gobierno estatal; primero, la gobernación de Santa Cruz; segundo, el gobierno central y por último pidieron al gobierno que canalice ayuda internacional.
La contratación de un avión especial para sofocar incendios, ha evidenciado la incapacidad tecnológica del estado para atender estas
emergencias. Pero sobre todo, la tardía medida, ha mostrado la falta de
voluntad política para atender los gritos desesperados de la población
chiquitana, que en lo que va del año ve perdidas casi un millón de hectáreas
del bosque -de las cuales medio millón son del actual incendio. Las enfermedades respiratorias empiezan a afectarles y visualizan, en un inmediato cercano futuro: la sequedad de sus
fuentes de agua, la escases de recursos naturales para su sustento y la extinción
de especies de flora y fauna que le dan el equilibrio al ecosistema. Al MÁS Y a todos los partidos en carrera electoral, les ha valido más hacer campaña electoral con el desastre!
La población no ha cuestionado en vano el despilfarro del
presupuesto estatal en lujos y obras innecesarias desde el gobierno. Como la
compra del avión presidencial y helicópteros, para el uso exclusivo del
ejecutivo, en los que se ve al Vice Linera paseando con su hija.
Hoy, el pueblo ve como no hay un avión, ni helicópteros especializados para
sofocar incendios de esta magnitud; cayéndose nuevamente el discurso de
inversión del gobierno para un estado autosuficiente y de no dependencia
extranjera.
La explotación de la
Madre Tierra para los capitalistas
La respuesta tardía del gobierno va acorde a su política de explotación
de recursos naturales para unos pocos capitalistas, a costa del drama de las
mayorías empobrecidas. Y revela como nuestros recursos naturales siguen siendo
materia prima exportable para el beneficio del capital extranjero (petroleras y mineras) y, la burguesía nacional, como los agroindustriales y
terratenientes del Oriente. Dos luchas ejemplifican este hecho:
1. La lucha en defensa del Valle de Tucavaca
1. La lucha en defensa del Valle de Tucavaca
A principios de este año llego a su punto álgido la lucha de los pobladores del Valle de Tucavaca, en Robore-Santa Cruz, reserva de agua y recursos forestales. Los chiquitanos pedían se declare Área Protegida, ante los múltiples intentos de capitales privados mineros y petroleros para explotar los recursos de la zona; y el avance de asentamientos colonos legales e ilegales en el territorio.
Vimos como, entre abril y mayo de este año, las fuertes movilizaciones -que
incluyeron paros contundentes y bloqueo de la carretera bioceanica
hacia el Brasil- de la población de Roboré, organizada a la cabeza de un
Comité de Defensa, lograron que el gobierno se comprometa a la
declaración de Área Protegida.
Tan solo dos meses después, sin declarar el Área Protegida, el 9 de julio, Evo Morales aprobó el DS 3973 que autoriza desmonte y “quema controlada” para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias. Una medida en concordancia al acuerdo del año pasado de Evo con los capitalistas agroindustriales, sobre la “ampliación de la frontera agrícola” para la producción de más soya para etanol, que implicaba la deforestación de 400.000 hectáreas de bosques (CEDIB).
Tan solo dos meses después, sin declarar el Área Protegida, el 9 de julio, Evo Morales aprobó el DS 3973 que autoriza desmonte y “quema controlada” para actividades agropecuarias en tierras privadas y comunitarias. Una medida en concordancia al acuerdo del año pasado de Evo con los capitalistas agroindustriales, sobre la “ampliación de la frontera agrícola” para la producción de más soya para etanol, que implicaba la deforestación de 400.000 hectáreas de bosques (CEDIB).
Como ya saltó el dato, los actuales catastróficos incendios
forestales en la Chiquitania, se dan tan solo un mes después de aprobado el DS
3973. Y los investigadores sobre las políticas del gobierno, como PROBIOMA, ya han apuntado el dedo a las instancias estatales
como el INRA (control de Tierra) y ABT(control de Bosques), por gestionar las concesiones de tierra para
ganadería y agricultura en esta área que es netamente de vocación forestal. Todo para el beneficio indirecto de grandes capitalistas ganaderos, de la
tierra y el agro. Hoy la Chiquitania sufre los impactos directos de estas
políticas de la muerte para la ganancia de unos pocos capitalistas
terratenientes.
2. La lucha en defensa
de Tariquia
Este miércoles pasado, 21 de agosto, la población de Tarija recibió
con aplausos la marcha campesina (mujeres, hombres y niños)
de la Reserva de Flora Y Fauna Tariquia, que partió el 15 de agosto de la
comunidad de Chiquiacá y recorrió 157 km. hasta la capital de Tarija, para
pedir la anulación de las concesiones petroleras otorgadas en la región por el
gobierno a YPFB y la transnacional
REPSOL.
Esta lucha que lleva tambien años, se definió popularmente, en un
cabildo multitudinario en la plaza principal de Tarija este 21 de agosto . Y resolvió la
expulsión de las petroleras que pretendan ingresar al territorio. El pueblo
luchador de Tariquia viene valerosa e incansablemente custodiando el territorio
en una vigilia de casi 5 meses a puertas del mismo, principalmente son las
mujeres campesinas las protagonistas de esta lucha. La misma que se agudizó después que en mayo del 2015, Evo Morales aprobara el DS 2366 que abre las
Areas Protegidas para la explotación Petrolera y los múltiples intentos de
REPSOL de ingresar al territorio para explotar la región.
Estas dos luchas indígena-campesinas actuales y, la reciente huelga que
protagonizan las explotadas familias trabajadoras mineras de San Cristobal -la
minera a cielo abierto más grande de Bolivia, subsidiaria de la japonesa
Sumitomo- por el pago adeudado de trabajo que realizan en esta multimillonaria empresa, que paga impuestos irrisorios, son solo el botón de muestra.
Estas tres luchas vigentes muestran la política gubernamental que beneficia al gran capital petrolero, minero y del agro a costa de los intereses y derechos de las comunidades indígenas, campesinas pobres, trabajadores y pueblo en general. Todo para que estos capitalistas exploten y depreden la tierra y sus recursos, con toda la diversidad natural que hay en ella, a cambio de fabulosas ganancias que no se socializan.
Estas tres luchas vigentes muestran la política gubernamental que beneficia al gran capital petrolero, minero y del agro a costa de los intereses y derechos de las comunidades indígenas, campesinas pobres, trabajadores y pueblo en general. Todo para que estos capitalistas exploten y depreden la tierra y sus recursos, con toda la diversidad natural que hay en ella, a cambio de fabulosas ganancias que no se socializan.
No son accidentes,
son políticas capitalistas
El ministro Quintana declaró recientemente en los medios que
el desastre en Chiquitania es “un fenómeno de la región”, haciendo alusión al
mega incendio que también hoy devora la Amazonia brasilera. Y hoy los medios
oficialistas salen a decir que el fuego de la Amazonia brasilera fue la que
originó el de la Chiquitania, atravesando las fronteras. Hoy, después que la
población tiene bien identificado que las políticas gubernamentales pro agroindustriales
y ganaderas, a base de decretazos, son las causantes de semejante descontrol de
los incendios forestales. Y después de la nefasta intervención estatal para
sofocarlos, pretenden desviar su responsabilidad con falsedades y hacerse a los
salvadores, trayendo el “avión tanque”.
Si el gobierno quisiera reivindicarse en primera instancia anularía el DS 3973, y seguidamente, quitaría todas los incentivos a estos grandes capitalistas del agro que hoy lrs permiten monopolizar la tierra, destruir los bosques, malograr la tierra con agroquímicos, envenenarnos con transgénicos, explotar a campesinos y trabajadores pobres. Y todo esto, mientras las familias de pequeños campesinos se mueren de hambre. Es claro que no lo harán y solo la lucha del pueblo en las calles podrá lograr estas conquistas.
Si el gobierno quisiera reivindicarse en primera instancia anularía el DS 3973, y seguidamente, quitaría todas los incentivos a estos grandes capitalistas del agro que hoy lrs permiten monopolizar la tierra, destruir los bosques, malograr la tierra con agroquímicos, envenenarnos con transgénicos, explotar a campesinos y trabajadores pobres. Y todo esto, mientras las familias de pequeños campesinos se mueren de hambre. Es claro que no lo harán y solo la lucha del pueblo en las calles podrá lograr estas conquistas.
El capitalismo está
en decadencia y se lleva el planeta consigo
Hoy, el incendio en la Chiquitania es lo que más nos duele a
los bolivianos porque lo estamos sintiendo en carne propia, pero, el similar
incendio en la Amazonia brasilera es de mayor magnitud en los impactos para el
mundo entero. La Amazonia brasilera que concentra el 60% de toda la amazonia y
el 20% del oxigeno para el planeta, arde vorazmente más de dos semanas. Esto a
raíz de las mismas políticas capitalistas que impulsa Bolsonaro a favor de los
capitalistas agroganaderos. Por eso decimos que hoy no hay ninguna
diferencia entre las políticas nefastas del ultraderechista Bolsonaro y las que aplica el MAS (que se autonombra defensor de la Madre Tierra). Estos dos gobiernos confluyen en la misma política pro capitalista de
saqueo de los recursos naturales que han impulsado siempre los imperialistas
del mundo para America Latina. Contribuyen de la misma forma a alimentar el
insostenible modo de producción capitalista, saqueador y depredador de los
recursos naturales para el benéfico de unos cuantos capitalistas que están
destruyendo la vida y el planeta.
El famoso cambio
climático y calentamiento global que ya se está expresando catastróficamente en el incendio en el
ártico, las sequias extremas, las inundaciones, la escasez de agua y cosechas,
los flujos migratorios, etc. es la expresión de la debacle capitalista que se lleva
la vida entera de los pueblos y el planeta consigo.
Entonces, no son accidentes, no son unos cuantos campesinos
irresponsables, no son las ongs, no son fenómenos “naturales”, es el
capitalismo y sus gobiernos garantes! En Bolivia y en Brasil y en todo el
mundo, son los capitalistas y su modelo de producción los que explotan la tierra y sus recursos de
manera frívola e irresponsable¡ los que asesinan la Madre Tierra! Y sin ella no
hay vida humana posible ¡es hora de luchar por la tierra y la vida!
Todos los recursos
del Estado para sofocar el incendio en Chiquitanía!
Anulación del DS
3973!
Asambleas populares
para organizar y controlar la ayuda humanitaria para los damnificados!
Asambleas en las
ciudades, en la universidad, en las fuentes de trabajo para sumarnos a la lucha
por la defensa de los recursos naturales y la vida!¡Unidad de las luchas
del campo y de la ciudad!
Movilización
internacional de la juventud, las mujeres, los campesinos, indígenas y trabajadores contra los
regímenes capitalistas!
Que las
movilizaciones internacionales convocadas para este viernes 22 en las embajadas
brasileñas denuncien también el incendio de Chiquitania y la política de Evo
Morales!
Fuera Evo Morales!
Fuera Bolsonaro!
Fuera el imperialismo
de América Latina!
Unidad Socialista de
América Latina!
Revolución o barbarie!
Socialismo o
extinción!
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