sábado, 21 de septiembre de 2019

Pronunciamiento de Revolución o Barbarie

HUELGA MUNDIAL CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO:

EL CAPITALISMO ESTÁ ACABANDO CON LA NATURALEZA Y CON LA HUMANIDAD 

ACABEMOS CON EL CAPITALISMO



El Planeta Arde, el capitalismo lo incendia

No sólo arde el Bosque Seco Chiquitano o el Ñembi Guasu.  Arde el planeta.  El fuego consumió el bosque Siberiano (4.5 millones de hectáreas), las islas Canarias y Málaga, la sabana africana, el Ártico, y Groenlandia.  Arde Indonesia por causa de los monocultivos para aceite de palma. Y el pulmón del mundo, la Amazonía, sigue en llamas.

El derretimiento de los polos y la liberación de gas metano, las sequías, las inundaciones cada vez más frecuentes, el ascenso paulatino de las temperaturas (calentamiento Global), no es producto ni de la ira de dios ni de la venganza de la naturaleza. Son la consecuencia de un régimen económico y social guiado por los intereses y la angurria de una clase social minoritaria: el capitalismo y la burguesía.

Es la clase capitalista la que está detrás de la explotación desmedida y depredadora de la naturaleza.  El capitalismo en su fase imperialista, para alimentar su producción desmedida y anárquica, saquea a los países atrasados con los métodos de extracción de materias primas más bárbaros como el fracking, la deforestación desmedida o el uso de pesticidas contaminantes.

La destrucción de la naturaleza tiene su correlato en las invasiones y guerras imperialistas que promueve el capital para hacerse de los recursos del planeta.
Genocidio, destrucción de la naturaleza, hambre y migraciones en masas es lo que nos reserva este sistema. Marx tenía razón cuando decía: “El capitalismo esta exterminando la naturaleza y al ser humano: las dos fuentes de riqueza”. Dan fe de ello los millones humanos explotados en los altares del capital en India, en China, en Malasia o en cualquier rincón del mundo; las millones de personas condenadas a la pobreza, al desempleo y a la subalimentación, cuando esta etapa se caracteriza por la sobreproducción de mercancías; las 7 millones de muertes por causas vinculadas al cambio climático y o los 210 millones de migrantes climáticos a quienes se pretende frenar con vallas o muros, cuando no hay frontera alguna para el capital.

No hay salida individual

La crisis ambiental nos pone frente a la posibilidad de la extinción de la vida humana tal cual la conocemos. Pero la salida no es individual.  No basta con decir “no gracias” a las bolsas plásticasö, o que en casa ahorremos el agua (mientras la minera San Cristóbal gasta y contamina 50 mil litros de agua al día).  

Intentar que la humanidad en su conjunto asuma la responsabilidad de la catástrofe del planeta, no sólo es miopía, sino que cumple un rol político. Se pretende ocultar a los verdaderos responsables de la catástrofe. Nosotros somos las víctimas y la salida pasa por derribar a este régimen depredador.

Evo-burguesía: un pacto asesino

La convocatoria a la Huelga Mundial contra el Cambio Climático encuentra a Bolivia consumiéndose en llamas ante la incapacidad e indolencia de los gobernantes. Cuando Evo dice que los incendios de la Chiquitanía se dan en un contexto de Cambio Climático, utiliza una verdad para lavarse las manos y encubrir su responsabilidad, así como los intereses de sus socios de la agroindustria. Ni el Cambio Climático ni los incendios brotan del aire, no son fenómenos naturales. Son acciones provocadas por el modo voraz en que una clase explota la naturaleza.

El dizque “socialista” Evo sigue la misma ruta que el fascista Bolsonaro. Ambos amplían la frontera agrícola en favor de los agronegocios y de la burguesía agroindustrial. Ambos flexibilizaron las penas por desmontes ilegales, alentando así a la deforestación y las quemas. Estamos visibilizando a un gobierno que, abiertamente, va de la mano de la CAO, la CAINCO, ANAPO, FEGASACRUZ, etc.

Las zonas incendiadas en la Chiquitanía coinciden con la ampliación de la frontera agrícola para la producción ganadera. Son el capital soyero y ganadero -sus negocios de etanol y de exportación de carne a China-, es el gobierno y sus normas pro capitalistas (Ley 741 y el DS 3973) quienes están detrás de las más de 4 millones de hectáreas incendiadas y la perdida de cinco vidas humanas y la inmensa cantidad de animales que han perecido.

Cuestionamos la propiedad y la distribución de la tierra

Las dotaciones de tierras a colonizadores cumplen doble función. Garantizar votos para el MAS en las elecciones, y ser funcionales a la ganancia de los grandes capitalistas.  El MAS no sólo aprobó un paquetazo de concesiones, normativas y beneficios para la burguesía agrícola, sino también mantuvo la gran propiedad   de la tierra.
El gobierno está alentando las pequeñas explotaciones agrícolas junto a la gran propiedad para alimentar a esta última con recursos naturales, mano de obra y habilitar nuevos mercados de tierras. Los pequeños campesinos que reavivan el fuego una y otra vez apenas se van los bomberos, esperan favorecerse ampliando sus parcelas, para que tarde o temprano, esas tierras vayan a parar a manos de los grandes agronegociantes y ganaderos.

La solución pasa por una reforma agraria, que elimine tanto el minifundio como el latifundio. Se trata expropiar a los terratenientes y que las tierras pasen a manos del Estado para que el campesinado sea el que produzca en función de las necesidades alimentarias de los bolivianos y no de las ambiciones de una clase que produce para la exportación. Pero sabemos que esta tarea no será cumplida por el gobierno masista, ni por ningún gobierno burgués, por eso hay que echarlos a todos. 

Voto nulo al ambientalismo oportunista

No se puede ser ambientalista sin ser anticapitalista. Y así identificamos hoy a los oportunistas que en busca de votos hoy son los más fervientes ambientalistas, pero no cuestionan no cuestionan ni están dispuestos a acabar con el capitalismo, sino todo lo contrario.  
Hoy todos los partidos en carrera electoral quieren sacar beneficio de la tragedia y posan para la foto como los más compungidos, solidarios y comprometidos ambientalistas.   Culpan sólo al gobierno por semejante desastre (es culpable, claro), pero nada dicen del fondo del problema.  Porque sólo quieren ocupar la silla presidencial y el lugar de Evo en los pactos que tiene con la oligarquía del oriente.  Con diferentes matices, Evo, Mesa, Ortiz, Patzi, Cárdenas y Chi, son todos representantes de este régimen explotador y depredador.

Nosotras las mujeres…

Las mujeres trabajadoras, indígenas, 
estudiantes, etc., somos las más golpeadas por la política de destrucción del planeta. Cargamos ya con la peor parte, la doble explotación y opresión; el trabajo precario, el desempleo y toda la violencia machista que se acrecienta en el marco de un panorama de crisis.  Por eso hoy se nos halla a la a la cabeza de diversas luchas. No hay mucho para escoger o nos sumamos a la lucha contra el capitalismo y sus regímenes políticos o dejamos que este siga su camino de destrucción. Decidámonos por la lucha revolucionaria, por la superación del capitalismo en un modo de organización superior: el socialismo. 



Revolución o Barbarie, 20 de septiembre 2019

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