Por: V. Trujillo
Avícola Sofía y su apoyo al
paro: hacer trabajar horas extras sin remuneración
Los empresarios de Avícola Sofía
se sumaron al paro cívico que terminó en golpe, a la par que “garantizaban” la
distribución de carne de pollo, es decir hacían negocio mientras las mayorías
sufrían las limitaciones de la medida. Todo a costa de superexplotar a sus
trabajadores, a los cuales les hicieron trabajar horas extras durante ese
periodo. Horas extras que no están
dispuestos a remunerar.
Es siempre, sobre el trabajo y la
explotación de los trabajadores que, empresas como Sofía, hacen su riqueza. La
familia Anglarill Serrate, propietaria de esta empresa, montó en 2014 la planta
frigorífica más grande de Bolivia, capaz de procesar hasta 190 mil aves por
día, 3 millones al mes y 190 millones al año.
Además de sus dos frigoríficos de aves, también tienen un frigorífico de
cerdos donde faenan 1300 animales por semana. A esto se suma una planta avícola
en la provincia de Salta Argentina, con capacidad de faenar 22 mil pollos
diariamente. Sin lugar a dudas, una parte primordial de la rentabilidad de esta
empresa tiene como base la explotación de trabajadores, extendiéndoles la
jornada laboral sin siquiera remunerarles.
Ya en 2014, una nota del IBCE
daba cuenta de que la empresa formaba parte de aquellas que demandaban la
ampliación de la frontera agrícola en el país.
En aquella ocasión su Gerente, Mario Anglarill, subrayaba la importancia
“de que el Estado incentive el crecimiento de la frontera agrícola, para
sembrar más maíz, sorgo y soya, para que los avicultores y porcinocultores
puedan tener mayor producción a precios competitivos”. La meta era apuntar a la exportación a costa
de la devastación de los bosques. Es
así, que en noviembre de 2017 inician con la exportación de 15 toneladas de
carne de Pollo al Perú, mientras que el gobierno de Evo Morales, muy
comprometido con la oligarquía agroempresarial cruceña, los premia con una
serie de paquetazos, entre ellos la ampliación de la frontera agrícola que
derivó en el nefasto incendio de la Chiquitanía. Dando continuidad a esa
política proburguesa, el gobierno de facto de Añez se dispone hoy a decretar la
libre exportación de soya, carne y lacteos, esto pone en riesgo la seguridad
alimentaria y vendrá acompañada de la ampliación de la frontera agrícola en
función de la exportación y ganancias capitalistas.
Vacaciones en Dubai para los
patrones, pero vacaciones para los obreros… no hay
Restaurantes y hoteles de siete
estrellas en Dubai o Paris, son los lujos que pueden darse los explotadores y
que aparecen con frecuencia en los programas de chismes o en las fotos que
publica la frívola esposa (ex miss Bolivia) de Abdallah Daher, dueño de
diversas empresas en el país.
La familia Daher, tiene un amplio
poder económico en Bolivia y han montado una serie de empresas de importación,
como Luxor (importa autos Porsche), la importadora Daher o Daher
Representaciones (importa productos Sony, Daewoo, LG y HP), Fuxion S.R.L.,
importadora de llantas y servicio automotor Beicruz, acciones en Zona Franca,
pasando por Datec (representante de IBM en Bolivia). Otros negocios como la
casa de cambios Edmund Transfer y de la Agropecuaria Tres Hermanos del Oriente,
Paper King (dedicada a la industria gráfica y la fabricación de cuadernos,
cajas de cartón) y de Cedrovet S.R.L del sector agrícola.
Abdallah Daher fue además
accionista del quebrado Aerosur, junto a Humberto Roca (a quien le proveía los
aviones). Esta empresa mantenía enormes deudas (108,7 millones de bolivianos)
con el fisco y además había robado dinero de sus trabajadores, reteniéndoles
los descuentos por concepto de AFP pero sin haber realizado dichos aportes, así
como tampoco los aportes de seguros de salud.
Hoy nuevamente el emporio Daher
es accionista de la empresa Ecojet, S.A., e incursionaron en los medios
televisivos, como PAT y Gigavisión (20% de acciones). Es particular el caso de
PAT: Daher lo adquirió de Carlos Mesa con la suma de 7 millones de Bolivianos,
pero que luego lo transfirió a un palo blanco del gobierno masista. La transacción (extorsión) consistió en que
Daher cedía la cadena televisiva de forma gratuita y a cambio el gobierno se
olvidaba de las evasiones impositivas. (Leer el libro Control Remoto, de Raúl
Peñaranda).
Es esta misma familia, sigue
explotando trabajadores y vulnerando derechos laborales. No sólo adeudan meses
de sueldos, sino que están suspendiendo las vacaciones de los trabajadores,
haciendo la barbaridad de contar como vacación los días de paro organizado por
los cívicos fascistas del Comité pro-Santa Cruz. Sólo ellos tienen derecho a vacacionar todo
el año, en los Emiratos Árabes o Europa, a costa del sudor y las penurias de
sus trabajadores.
Pero eso no es todo, al igual que
su semejante Fernando Camacho, los Daher aparecen involucrados en los Panamá
Paper. Es decir, que son parte de esa
burguesía boliviana que además de explotadorora es delincuente, de esos que
sacaron capitales a paraísos fiscales (dinero que pudo haberse invertido en el
país). En 2016 se estima que esta burguesía chupasangre transfirió 989 millones
de dólares de Bolivia hacia estos paraísos fiscales, y para el 2017 el monto transferido
fue igual al 2,9% del PIB nacional (leer el informe de la Comisión Mixta sobre
los Papeles de Panamá).
La patronal, ayer aliada de Evo
Morales y hoy aliada del golpismo, sigue exprimiendo a los trabajadores bajo un
régimen de tolerancia absoluta del Estado hacia sus fechorías, mientras las
burocracias sindicales de COB y COD se interesan más negociar espacios de
poder, diputaciones, senadurías, ministerios con el gobierno de turnos, antes
que de luchar por sus bases trabajadoras que, a costa de sudor, horas extras
sin remuneración y sueldos miserables, solventan los lujos de una clase social
que basa su riqueza en la sobreexplotación.
Sigue en pie la necesidad de un Congreso de la COB con la amplia
participación de delegados de base, para barrer con la burocracia traidora y
rastrera (que ayer se vendió al MAS y hoy se hinca ante Añez), para definir una
posición con respecto al gobierno golpista y asesino de Añez y para discutir un
plan de lucha que enfrente el ajuste que se avecina. El caso de esta patronal
debe mover a conciencia de que sólo la lucha unitaria de los trabajadores va a
lograr arrancar de las manos de ellos las reivindicaciones, y que, si ningún
gobierno burgués hasta ahora ha querido tocar a las patronales que pisotean
derechos laborales, es que, sólo un gobierno propio de los trabajadores va a
ser el que nos saque de la miseria.